Tegucigalpa, Honduras. – Olimpia llegó al estadio Nacional Chelato Uclés con la presión encima y en medio de un ambiente cargado de tensión previo al duelo ante Marathón por la jornada 18 del Apertura. La dura goleada 6-2 sufrida ante Génesis PN, considerada la peor humillación en la historia del club, todavía pesa en el entorno albo y provocó incluso la renuncia, y posterior retractación, del técnico uruguayo Eduardo Espinel.
Cuando el plantel bajó del autobús en el coloso capitalino, la Ultra Fiel ya los esperaba. Los cánticos comenzaron de inmediato y la entrada del equipo al camerino se retrasó varios minutos. El primero en descender fue el portero Edrick Menjívar, seguido del resto de sus compañeros y del cuerpo técnico, quienes se encontraron de frente con la exigencia de la barra.
Aunque no hubo ningún tipo de agresión, los aficionados les bloquearon momentáneamente el paso mientras reclamaban un mejor rendimiento en lo que resta del torneo. Aun así, algunos futbolistas aprovecharon para saludar a miembros de la Ultra, en un gesto que buscó calmar las aguas antes de un duelo que podría marcar el rumbo anímico del club.
