Redacción por Emanuel Morales

Kanjuruhan Stadium-Indonesia
1.º de octubre de 2022,sábado por la noche
Al sur de la Provincia de Java Oriental culminaba el encuentro entre Arema Fc y Persebaya Surabaya, viejos rivales y de sensación muy agresiva.
Los locales pierden 2 – 3 y tras el pitido final los hinchas de ambos equipos invaden el terreno de juego, unos a celebrar la victoria y otros con intenciones más allá de la moral deportiva.
Cerca de 3 mil aficionados del Arema intentaron agredir a los jugadores los cuales corrían apresurados a sus camerinos. Ambas aficiones comenzaron a enfrentarse con palos y a puños. La policía se interpuso rápidamente y con el fin de detener el conflicto lanzaron ráfagas de gases lacrimógenos a las graderías y las personas tratando de escapar acabaron obstruyendo las salidas.
Varía gente comenzó a caer desmayada debido al gas y los otros que trataban de huir pasaban por encima de las personas inmunes en el suelo ¡UNA TOTAL TRAGEDIA!

Las estadísticas confirmaron alrededor de 170 los fallecidos y cerca de 320 los heridos dentro de las víctimas se encuentran dos policías.

«Todos murieron por el caos el hacinamiento, pisoteo y la asfixia», explicó en una rueda de prensa el jefe de policía de Java Oriental, -Nico Afinta-

El Presidente Indonesio, Joko Widodo, expresó sus más sentidas condolencias y anuncia el haber solicitado una evaluación exhaustiva de la ejecución de los partidos de futbol y de los procedimientos de seguridad para su celebración.

Tras esta inolvidable tragedia algunas voces han puesto en duda la seguridad de Indonesia y si es la apropiada para albergar el Mundial Sub-20 el próximo año 2023.